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La importancia del staff técnico

Actualizado: 20 sept 2020


5:00 a.m. Suena la alarma. Pancho se levanta y se prepara para el inicio de su jornada laboral, su esposa le prepara algo de comer, para que lo lleve con él y, en el momento que pueda, desayune.

6:00 a.m. Sale de su casa rumbo a la bodega de los equipos. Es el punto de reunión de todo el personal. El llamado es a las 7:00 a.m., pero debe cruzar toda la ciudad, así que toma su tiempo. 6:55 a.m. Pancho llega a tiempo. Comienza a coordinar al personal que cargará los camiones con los equipos para el evento. Es el concierto de un artista de moda; hoy será el montaje y ubicación de los equipos. Es en un espacio al aire libre, por lo que es necesario llevar estructuras de soporte, vallas, audio, video, iluminación y generadores eléctricos.

10:00 a.m. Terminaron la carga de los camiones y es momento de marcharse al lugar donde se llevará a cabo el concierto. El desayuno aún sigue en la misma bolsa que su esposa lo guardó.

12:00 p.m. Medio día, sol de verano. Después de cruzar nuevamente toda la ciudad, - pero ahora hacia un terreno a las afueras-, llegan por fin al lugar donde ocurrirá el concierto, a pesar de lo complejo del arribo.


12:30 p.m. Comienza la descarga de los camiones. ¿Qué pasó en los 30 minutos anteriores? Le confirman a Pancho donde va el escenario, por dónde accesar y descargar, donde van los generadores eléctricos y le recuerdan las reglas básicas de conducta del espacio, (además de aprovechar para dar unas mordidas a su desayuno). La descarga inicia y tienen que acarrear los equipos 300 metros sobre un camino que combina, tierra, escaleras, pasto y concreto.

5:00 p.m. El escenario esta desplantado, la base del soporte colocada, se aproxima un personaje, celular en mano y al habla. Llega hasta donde esta Pancho y le pregunta: "¿Será mucho lío si lo movemos unos metros para atrás?"

5:01 .p.m. Esto apenas comienza...

Pancho supo a que hora saldría de su casa, pero no pudo decir a su familia a qué hora va a regresar.

El staff técnico, -ya sea en los montajes teatrales, conciertos, festivales al aire libre o cualquier actividad que requiera de su presencia-, se ha vuelto extremadamente indispensable. Los niveles de las producciones han aumentado su grado de dificultad y exigencia, y el desarrollo tecnológico ha obligado cada día a que el personal técnico se encuentre aún más preparado, -a fin de no quedarse atrás en la carrera de los nuevos equipos-, que día a día nos sorprenden con las innovaciones que presentan.


La era digital ha propiciado que no cualquiera pueda hacerse cargo de muchos de los nuevos dispositivos que intervienen en la creación técnica de un espectáculo. Los “picabotones” se han convertido en auténticos programadores, ya que todo el tiempo se habla de procesos digitales, fibra óptica, ethernet, algoritmos y muchas otras cosas que, -como en nuestra vida cotidiana hace apenas unos años-, eran solo parte de las novelas de ciencia ficción.

Cuando hablamos del personal técnico, nos referimos a una gran cadena de personas en la producción de un espectáculo, que van desde el que tiene la responsabilidad de cargar los camiones, hasta el que abre el telón o el que puso las cintas fluorescentes para no tropezar en la oscuridad del foro. Así, en este universo que es la "tras escena", vamos a encontrar una infinidad de personajes como estibadores, stage hands, riggers, operadores de audio de sala, de monitores, operadores de iluminación, de video, de láseres , roadies, jefes de foro, directores técnicos, seguidoristas, traspuntes, stage managers, tour manager, constructores (herreros, carpinteros, pintores), utileros, vestuaristas, maquillistas, armeros, eléctricos, backliners, microfonistas, runners, pirotécnicos... etcétera, todos, con una característica en común: trabajar para que salga el artista y el público disfrute, - porque al final sabemos que esos aplausos también son para nosotros, los que nos encontramos detrás del escenario, aunque ni el mismo público lo sepa.

Pero, ¿cómo llega uno a esos trabajos? ¿Dónde se aprende? ¿Se gana bien? ¿Qué seguridad laboral y prestaciones existen? Aquí las respuestas son tan diversas como la profesión misma.


Anteriormente, la única forma de aprender de estos oficios y profesiones era de manera empírica, -básicamente sobre la marcha del trabajo-, y por lo regular, comenzando como asistente o “chalan” de algún técnico con mayor experiencia y conocimiento. Así, uno comenzaba, -como se dice coloquialmente-, “desde abajo”. De esta manera se formaron grandes familias de técnicos, constructores y operadores de muchos espacios teatrales y empresas de entretenimiento a lo largo de nuestro país. También existe más de un caso en el que, -por la simple fortuna de pasar por ahí y aceptar unos pesos por descargar un camión-, terminas convirtiéndote en un gran jefe de producción o ingeniero de audio o iluminación; o de ser el de seguridad terminas, -con el transcurrir del tiempo-, transformándote en uno de los jefes técnicos más importantes y reconocidos en el mundo del espectáculo. Como esas historias existen muchas en esta profesión, historias de superación y grandes logros, gracias a la buena disposición, sed de conocimiento, lealtad y respeto al trabajo, pero sobre todo, a la creatividad que aplican para resolver las situaciones que se presentan día a día, como parte de este ser vivo que se llama “la escena”.

En la actualidad existen escuelas que forman técnicos y profesionistas en diversas áreas de la producción de espectáculos. Las mismas marcas de equipamiento ofrecen cursos de actualización y operación para que los técnicos puedan continuar con su formación y profesionalización, -aunque esto no te salvará de comenzar como iniciamos todos: “jalando cables”-, ya que como en cualquier trabajo, “la práctica, hace al maestro”.


En lo económico y en cuanto a prestaciones, dependerá de la empresa y giro para el que se trabaje, -si es para la iniciativa privada como freelance o como empleado de alguna institución pública-. Dependerá también del grado de responsabilidad y conocimiento que demande el puesto, porque en este trabajo hay departamentos que tienen a su cargo la vida de los artistas y del público. Una realidad en este apartado es que muchos de los técnicos no cuentan con las suficientes prestaciones y, en ocasiones, ni siquiera con seguridad laboral. Ésto es algo que debemos cambiar en nuestros modelos de producción. Debemos generar una mayor conciencia, solidaridad y empatía con nuestro gremio respecto a las condiciones de trabajo que, en ocasiones, suelen ser nada favorables.

Y, ¿es verdad que conoces a muchos artistas, que conoces muchas ciudades y que en ocasiones hasta varias partes del mundo? La respuesta es sí. Claro que a muchos artistas solo los veras pasar rumbo a su camerino. Hay otros que se sentarán contigo a comer o hasta jugarán una “cascarita” en el futbolito de la oficina de producción. Lo cierto es que uno conoce a una gran cantidad de técnicos, con estilos y formas de trabajo distintas, de las que siempre se aprende, ya sea como modelos a seguir o como modelos que debemos evitar que se repitan.


Si eres técnico de algún foro o sala de espectáculos, prácticamente tus compañeros terminan convirtiéndose en tu otra familia y el espacio en tu segundo hogar. Seguramente existen técnicos que han pasado más tiempo de sus vidas en un escenario, que en su propia casa. Cuando tienes la fortuna de trabajar con alguna compañía o artista que gira, dependiendo del plan de las presentaciones, podrás conocer aspectos de las ciudades que visitas, ya que en ocasiones solo conoces lo que existe fuera del área de carga y descarga de cada espacio que se pisa.

¿Que existe mucho estrés o presión en este trabajo? ¡Vaya que sí! Invariablemente, todo el tiempo se esta corriendo contra reloj; siempre existe una hora y fecha de entrega, -que es inamovible en muchas ocasiones-, ya que hay un público que espera ocurra la función y como dicen por ahí: “La función debe de continuar”. Aquí anexaría: “siempre y cuando, todas las condiciones sean favorables y no se ponga en riesgo la vida e integridad absolutamente de nadie, sea público, talento o parte de la producción”.


La realidad es que la profesión esta llena de riesgos: se trabaja con grandes cargas eléctricas, toneladas de equipo, fierros que suben y bajan, plataformas móviles y por lo regular, en la oscuridad, existe un gran cansancio físico y mental. ¡En ocasiones no hay tiempo para comer ni dormir! Claro que siempre se podrán minimizar y neutralizar todos estos riesgos, para así cumplir un día más con un gran show en vivo, sin mayores consecuencias y con la satisfacción de los aplausos.


Recuerdo ahora la película de “The Hurt Locker” (Zona de miedo) en la que el especialista que desarma bombas en Irak, al volver a casa, después de su rotación, siente la necesidad de regresar nuevamente al campo de batalla, ya que le aburren las tareas ordinarias del hogar y necesita la droga de la guerra. Así es la adicción al escenario y así de aburridos los lunes que estoy en casa.

Enrique Morales “Chester”

Actor de título, con la danza en el corazón,

productor por causalidad e iluminador por encargo.

 

Enrique Morales Chester Lic. en Artes Escénicas y becario de Estímulos a la Creación Artística 2009-10, es Jefe de Producción y Eventos Especiales de Cultura UDG. Ha trabajado en el Festival Internacional Cervantino Guanajuato, el Festival de IMPRO, Ballet de Jalisco,, la Orquesta Filarmónica de Jalisco, la Muestra Nacional de Teatro, el Encuentro Nacional de Creadores, Feria Internacional de la Música, Festival para niños y jóvenes Papirolas, entre otros. Aunado a sus múltiples tareas de producción, ha diseñado la iluminación para múltiples proyectos escénicos, tanto en el terreno de teatro, ballet, ópera, títeres, conciertos y espectáculos masivos.

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